domingo, 27 de junio de 2010

esquivando charcos



llueve, por la ventana veo caer las gotas. casi ajenas, como si el vidrio fuera un límite impenetrable de la atemporalidad. la lluvia que está ahora cae igual que la de otros días pero el agua no es la misma. la miro llover y lloverse con más fuerza de a ratos, me distraigo, la vuelvo a ver y ya no es ella la única que cambió. se hace más oscuro el cielo, el vidrio se empaña en los bordes de siempre, hace frío, el viento sopla torpe entre tantos edificios, como buscando algo entre la multitud, como buscarte bajo la cortina de agua que inunda las calles, dejando vaporcito de aliento tibio en cada rincón, gritando tu nombre por encima del ruido de millones de clavadistas, cediéndole finalmente lugar al desencuentro. volver a la ventana, a mirar desde afuera, del otro lado de esa línea, esa frontera que me separa, de este lado de la lluvia y de aquel lado del reloj, sin vos, empapada, fuera de tiempo.

miércoles, 23 de junio de 2010

ilusos

Te sentás como un idiota a esperar que todo cambie, que suene el teléfono y escuches su voz, que vibre tu celular y sean sus palabras. Esperás que te perdone sin saber que una vez que te equivocás, el error ya no te pertenece, y no sirve disculparse por algo que ya no podés controlar.
Esperás y esperás por algo que ya sabés cómo termina porque ya lo viviste, porque nunca nadie se molestó en decirte que de los errores jamás se aprende, que sí se puede tropezar dos veces con la misma piedra porque el camino nunca es el mismo.
Esperás seguir andando y al mirar sobre tu hombro ver lo que conquistaste, pero las batallas no siempre se ganan, y dar marcha atrás no es una opción. Entonces salís de la ruta y esperás a un costado.
Por no tener el valor de aceptar la derrota te convencés que mirar adelante es la salida fácil y que como tal no tenés que tomarla, y a cambio te torturás inútilmente revolviéndote la herida. Si te dieras cuenta que mirando adelante te enfrentás a lo desconocido y que eso es infinitamente más aterrador que ver el paisaje desde afuera, verías que en eso no hay nada de fácil, ni de salida. Por el contrario, es una puerta abierta, un cambio de paradigma, un entorno que crece y que espera que vos hagas lo mismo. Pero tenés miedo, estás lleno de culpa y preferís seguir marchitando tus días a cambio de una respuesta, ahogándote en lágrimas en lugar de nadar, viviendo un rejunte de veces y creyendo que esa es tu vida.

domingo, 20 de junio de 2010

a simple twist of fate

Se llama Martina y está cruzando la avenida para entrar en el edificio de la esquina, el de la puerta negra con el enrejado de puntas doradas. A mitad de camino, se agacha para levantar una pulsera que ve tirada en el asfalto.
Una cuadra más allá, Pablo espera en el banco para pagar las expensas cuando le suena el celular, y con bronca se va de la fila para atender el llamado en la vereda.
Saliendo del jardín, Andrea corre por la cortadita bajo la mirada de su abuela, quien rezagada unos metros más atrás viene gritándole que frene en la esquina.
Gastón estaciona el auto en una callecita, quiere bajar un minuto a comprarle a su novia los chocolates que tanto le gustan.
Guillermo intenta doblar la esquina mientras tironea de la correa de su perro, que insiste en ladrarle al chico distraído que habla por celular frente al cajero automático.
Pablo termina la llamada y levanta la mano para intentar agarrar el hilo y atrapar el globo que viene subiendo la calle, arrastrado por el viento.
Guillermo se queda sin fuerzas para sostener la correa y su perro corre libre hacia el cruce de la avenida.
Martina recoge la pulsera y se apura para alcanzar a su dueña, una señora que viene caminando ligero delante de ella.
Andrea avanza a saltos por la callecita cada vez más rápido, intentando alcanzar al globo volador mientras su abuela le grita cada vez más en serio.
Gastón pierde las llaves debajo del asiento, se agacha para recuperarlas mientras con la otra mano busca la palanca que abre la puerta del auto.
Martina está por alcanzar a la señora para frenarla, Andrea corre al encuentro de una puerta que se está por abrir, Pablo puede ver el perro que se le acerca y dejar el hilo escapar entre sus dedos.
Martina acelera el paso y el zapato se queja, partiéndose el taco en dos. Andrea ve su globo caer en manos de un señor y detiene su carrera. El semáforo cambia y el tránsito de la avenida avanza, el perro se asusta con los bocinazos y vuelve a Guillermo. Gastón baja del auto y decide mejor comprar flores en la otra cuadra. Cuando está llegando la ve sentada en el cordón con un pie descalzo y riéndose.
- Mi amor, qué hacés acá? Te estaba por ir a sorprender.
Martina despega la vista del zapato que sostiene en la mano y mirándolo fijo le regala una amplia sonrisa.
- Qué suerte, no?

jueves, 17 de junio de 2010

in through the outdoor

quiero sentir más allá de mi piel, atravesar ese vacío entre tu mano y la mía aunque no me espere nada más que esto o aunque no me dejes. quiero encontrarte más allá de tus ojos y de lo que vos mismo no te animás a ser, ojalá te vieras como yo te veo, ojalá fueras como yo te quiero. yo sé que por más que me lo expliques nunca voy a distinguir la diferencia entre necedad y necesidad. qué paradójico es querer cambiarte siendo que me encanta esa necesidad de intentarlo, esa necedad de intentarlo. no me importa si me ves y no entendés cómo soy ni sabés las cosas terribles que pienso sobre vos por eso de que jamás se me dio la prudencia neuronal. estoy cansada de forzar el rompecabezas, de acumular piezas rotas. piezas rotas y camas vacías, cortinas descorridas, ventanas que dejan entrar la noche. no prendas la luz, la oscuridad está en nosotros.

miércoles, 16 de junio de 2010

life in plastic, it's fantastic?

Una lucha eterna entre vos y tu ego sin saber bien qué lugar ocupo yo en el medio. Así funciona. Tenés que demostrar cuánto me querés aunque lo sepa de memoria. Me pedís explicaciones de todo lo que hago y necesitás que todo el mundo se entere que soy tu propiedad. ¿Así funciona? Una Barbie sentadita en tu mesa y sonriendo para tus fotos, caminando de tu mano, ¿comiendo de tu mano?
Y un día te despertás y ves que la muñequita duerme al lado tuyo pero no abrazada a vos y por más que la beses su pulso no tiembla. Sigue siendo hermosa y plásticamente perfecta pero esos ojos ya no engañan a nadie. ¿El problema será que ella no puede mentir tan bien como antes, o que alguna vez lo hizo? Sos vos que elegiste creerle, y ella que hace tanto dejó de ser yo.

lunes, 14 de junio de 2010

setentista

no sé cuánto tiempo tenga para escribir esto, pero es necesario que lo haga. vienen por mi, estoy seguro. me apuro a destruir todo lo que me conecte con el resto, cartas, direcciones, teléfonos, nombres, fotos, todo debe desaparecer. es la única forma de salvarlos de lo que me espera, ellos tendrán su chance, ya es muy tarde para mi. escucho las pisadas apuradas subiendo las escaleras, son muchos y en cuestión de minutos van a llegar hasta el último departamento del último piso y a golpear hasta romper la cerradura. están tumbando cada puerta del edificio, lo siento vibrar en las paredes. entre los gritos de mis vecinos distingo sus voces repitiendo mi nombre. están cerca, no queda tiempo pero no puedo irme, no sin antes quemar hasta el último papel, excepto este en el que escribo lo que debo escribir, antes que sea demasiado tarde. están armados y me quieren sólo a mi, pero no les interesa acabar con vidas inocentes si les estorban. están en el piso de abajo, no tiene sentido escapar, veo por la ventana y están esperandome en esos autos, tienen la calle vigilada pero igualmente es muy alto para saltar. ya están acá, agitando los puños con violencia contra la puerta que es un nido de astillas a punto de ceder. ya no existe escondite que me salve, en cuanto entren van a llevarme y este pedazo de papel será la única evidencia de mi paso por esta vida. entre las maderas los veo, salvajes con uniforme preparados para envolverme con una capucha porque no pueden, no se atreven a mirarme a los ojos, porque yo no necesito como ellos ampararme en ninguna fuerza armada porque mi libertad no me la van a quitar llevandome preso, porque la única y verdadera cárcel es una conciencia contaminada con sangre.

domingo, 13 de junio de 2010

tic tac

El pelo crece, la flor pierde su perfume, las relaciones se terminan, las lágrimas se vuelcan a la risa, mis palabras se hacen tuyas, el viento se vuelve canción, los nombres se borran y quizás las caras, las cartas regresan al mazo y toca empezar a repartir. Mirar para adelante y sentir que depende de vos y a la vez te excede, que te llena de nada pero no tenés miedo. El tiempo te empuja y lo seguís por instinto, ves con los mismos ojos como aparecen nuevos contrastes, como nace la luz ahí donde antes había sombra, y detrás de cada luz esa mirada te persigue. Y vos que le decís a él o a ella que no es lo mismo si se va y que si no siguen a la par tu camino se bifurca. El tiempo te sigue apurando, el viento es melodía que te susurra frío al oído, tan simple, tan esencial. No tenés que cerrar los párpados sino abrir la cabeza y ver que lo que te preocupa tanto puede entrar en la palma de la mano, puede ser eso tan chiquito y ocuparlo todo, tu vida que cuelga de un hilo y saber quién es el dueño de las tijeras. Un vaivén de caras y de ojos que te miran como quien te mira para juzgarte, arqueando las cejas con insolencia porque sabe exactamente dónde te duele. Y son tu mejor espejo porque reflejan lo que no te animás a ver, tu constante negación, el Mr. Hyde sepultado por la poción mágica en largas noches de exceso de olvido. No es casual que te sepas observado, porque las cosas casuales en el fondo son planificación pura y lo absurdo es desandar el camino para convencerte que la casualidad vence a la causalidad, como leer el cuento y que al final los buenos le ganen a los malos y la manzana no esté envenenada.

viernes, 11 de junio de 2010

subterranean homesick blues



él sale de la facultad y espera en la esquina a que cambie el semáforo y piensa en ella.
ella se prepara para irse a dormir, apoya la cabeza en la almohada y se acuerda del perfume de él.
él le pide al kioskero un alfajor de chocolate y un atado de puchos, y se acuerda que ella no lo dejaba fumar.
ella se toma un café en el break de media mañana mientras juega con el anillo que él le regaló.
él se baja del colectivo y cree verla saliendo de una confitería, pero sabe que no es.
ella sale de su casa para el trabajo y planea ir a visitarlo más tarde pero se acuerda que no puede.
él mira el celular y ve su foto. ella piensa en llamarlo.
él piensa en atravesar todo el océano para escuchar su risa. ella desea nunca haberse subido a ese avión.
ella se para frente a una vidriera, él camina hacia su casa y se detiene frente a un negocio. él se ríe y ella al otro lado del mundo se ríe también.
él para ella y ella para él.

miércoles, 9 de junio de 2010

sin título II

abro los ojos y apago el despertador, pero sigo durmiendo un rato más. estoy tan cansada, pero no queda otra, con 10 kilos en cada párpado y a pesar del frío me levanto y me lavo la cara, desayuno, empiezo a funcionar. camino hasta la parada del colectivo sintiendo el peso del celular en la cartera, bailando entre el resto de los objetos. en cualquier momento puede sonar, estoy segura. basta que se encuentren millones de pequeñas ondas y decidan viajar juntas de antena en antena y aterrizar en mi telefonito y entonces empieza a sonar led zeppelin y eso es todo. juego con las monedas en el bolsillo y espero: el colectivo y no escuchar la voz de robert plant ni la voz del otro lado de la línea que trae malas noticias. me subo al 36 y me toca viajar parada mientras cuento los segundos que tardo y es tiempo de descuento, minutos con gusto a prestado. el viaje es corto y entonces el reloj se mueve porque sí, aunque le robe a la fatalidad pedacitos de vida para que igualmente haga sonar la música en cuanto me descuide, porque las malas noticias siempre llegan rápido, porque son inevitables, porque te estás yendo y te veo y te siento lejos y no te agarrás de mi mano y entonces caés y me dejás. estás acá pero de repente te veo en esa cama y casi no sos vos, agarrás mi mano pero te caés igual y de pronto me apretás los dedos, pero quién dice si esa no es tu despedida, quién dice que intentás aferrarte, hablarme, quién tiene derecho a decirme que estás pero no estás, que estás con vida pero te estás muriendo.

martes, 8 de junio de 2010

ahí pero dónde, cómo



Simplemente estoy aquí y dispuesto, Paco, escribiendo lo que una vez más hemos vivido juntos mientras yo dormía; si en algo puedo ayudarte es en saber que no sos solamente mi sueño que ahí pero dónde, cómo, que ahí estás vivo y sufriendo. De ese ahí no puedo decir nada, sino que se me da soñando y despierto, que es un ahí sin asidero; porque cuando te veo estoy durmiendo y no sé pensar, y cuando pienso estoy despierto pero sólo puedo pensar; imagen o idea son siempre ese ahí pero dónde, ese ahí pero cómo.


Julio Cortázar - Octaedro

lunes, 7 de junio de 2010

sin título

Si quiero pensar a mi manera, puedo ser la imagen reflejada y no la persona del otro lado, ver los detalles como fracciones de un todo y entenderte como el producto matemático de cada una de tus ideas. Puedo escucharte leyendo entre líneas y darme cuenta que elegís con tanto cuidado tus palabras, reirme de que seas tan absurdo o sólo porque sí, porque el viento me trae un perfume o por encontrar un caramelo en la cartera, porque algunos cerebros funcionan distinto y esa locura no se rige por ninguna de tus leyes.

domingo, 6 de junio de 2010

pequeño barbie ilustrado




VIOLENCIA es ser indiferente

ESPERANZA es no animarse

AMOR es dar lo que no tengo a alguien que no es (by Lacan)

PODER es conocer a tu enemigo

INTELIGENCIA es conocerse a uno mismo

BELLEZA es reir

LIBERTAD no es dejar la puerta abierta sino poder cerrarla

sábado, 5 de junio de 2010

panic show





La idea se le ocurrió de repente, con una chispa de calor recorriendo sus venas de pies a cabeza. Era tan simple. La inyección de adrenalina fue inmediata, era preciso estar en movimiento, entrar en acción. Salió como pudo y casi corrió el camino a su casa. Los objetos le estorbaban, decidió tumbarlos a su paso. Ya en su habitación se sintió a salvo, pero no dudó en girar la llave sus dos vueltas completas. Buscó debajo de la cama lo que tantas veces había buscado en los ojos de cualquiera. En sus manos parecía un elemento inofensivo, casi inútil, la luz que hacía tiempo le faltaba a su laberinto. De nuevo el chispazo le bailó en el cuerpo, ya no calor sino hielo. Arregló los pequeños detalles, la experiencia le había enseñado a no confiar en el azar. Se subió a la cama y observó todo desde la altura. Se colocó el collar y comenzó a ajustarlo como si se tratara de una ceremonia. Volvió a mirar alrededor, nada era diferente. Miró sus propias manos, temblaban pero no era miedo. Ajustó aún un poco más y se sintió como un artista a punto de entrar a escena. Sonrió a su público y sin esperar la ovación dio el primer y último paso.

miércoles, 2 de junio de 2010

everything under the sun is in tune, but the sun is eclipsed by the moon

Saliendo de Primera Junta, me agarra el semáforo en Rosario cuando el reloj marca las 13. Estoy llegando tarde, como siempre. Espero en la esquina mientras los colectivos pasan y cruzo los brazos, hace frío y siempre estoy en la vereda equivocada, seguro en la de enfrente hay un sol que raja la tierra.
Dicho y hecho, la gente del otro lado de la senda peatonal está bañada por una tenue luz amarilla, cálida. Entonces lo veo pero no entre las nubes allá arriba, el sol está ahí con la multitud amarillenta, esperando con ellos, como yo y como ellos pero mirándome como nadie, y no me equivocaba, raja la tierra.
Se rie y me rio, y el semáforo que tiene ganas de volverse rojo para obligarnos a acortar las distancias, a través del asfalto y entre la gente distraída que espera llegar al otro lado mientras a algunos nos alcanza con llegar a la mitad.
Se larga la carrera, la maraña de pies que dejan el cordón y mis pasos y los tuyos junto a los demás pero andando lo mismo que si no hubiera nadie. Y entonces el eclipse, vos sol y yo lo que sea que hay del otro lado, y el resto es nada, es ruido de fondo, actores secundarios. Los dedos que se rozan al pasar, colgando de los brazos que cuelgan de los cuerpos que casi se tocan y empiezan a alejarse, mirada con mirada y sonrisa con toda la boca. Un último giro, cabeza hacia atrás y es la despedida. Vuelta a la vida, a tus cosas, a las mias, a la gente que no se da cuenta de lo cerca que estuvo de presenciar un choque de planetas, el mundo que sigue girando porque eclipses como estos suceden todos los días como si nada. Y vos seguís y yo sigo, como si nada. O no.

martes, 1 de junio de 2010

charla de diván

Hola


- (!)


Hola


- (!!)


Hola, Barbie


- (!!!) quién habla?


Por qué no contestabas?


- Estaba asustada. Quién habla?


No te podés asustar de mi. Decime, cuando te ves al espejo también te asustas?


- Y...a veces. Sos mi Barbie interna?


Barbie interna? jajajajaja no digas pelotudeces, con una Barbie te alcanza y te sobra.


- (perfecto, escucho voces y encima me deliran) Ahh.. sos mi conciencia?


A ver y qué es la conciencia?


- (un concepto aburridísimo que me enseñaron en Salud Mental) Creo que la conciencia es como la voz de tu vieja que te habla desde adentro de la cabeza cuando te estás por mandar una cagada. No sé, es difícil de explicar.


Bueno, te ahorro trabajo: no soy tu conciencia.


- Sos algo mío?


Soy todo tuyo.


- Los demás te escuchan?


Sólo vos.


- Entonces callate.