jueves, 18 de septiembre de 2008

Empecemos por el principio.


-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!


Y un poco más tarde añadiste:


-¿Sabes?... Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.


-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el dia de las cuarenta y tres veces?


El principito no respondió.




Le petit prince, A.de S.E.