
te esperé porque veía el mundo en tus ojos, el mundo de tu cabeza que amenazaba con envolverme, a su manera, a su tiempo. entendí que no podía apurarte, que tu libertad está precisamente en tus ganas de encerrarte en vos mismo y me encantó sabernos tan parecidos en nuestras diferencias. elegí seguir el mundo que querías, no el que inventaban tus ojos porque ya no me veían, no como antes, lo veía en mi mente, soñaba tu mundo y vos no me veías, pero ahí estabas, estábamos, juntos en el sueño pero nunca mirándonos, en un mundo que no era compartido y que se iba con sólo abrir los ojos.
de tanto no-mirarme me olvidé un poco, tu cabeza se volvió opaca, no brillabas para nadie, ni siquiera para vos, eras como un sol desperdiciado.
dejé de mirarte y fue lo mismo, igual de libre estando igual de encerrado, compartiendo tu mundo con todos pero tu cabeza opaca intocable, tu jaula. y no me animé a animarme, a avanzar hasta sentir la presión de tus límites, hacer ceder la cerradura, porque mis ganas no eran tus ganas y en tu mundo no existía lugar para mi libertad que no es jaula, que no es cabeza opaca intocable, mi sol que es estrella y es para todos.
y ya no te espero porque el tiempo es tirano y hoy, para mi, esperarte es no llegar. esperarte es no llegar nunca a ningún lado, y yo ya estoy cansada del camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
aleteos